LOS CELOS PATOLÓGICOS

Celos pasionales.
Los celos pasionales surgen de la inseguridad de perder a la persona querida y de la envidia de que ésta pueda ser disfrutada por otra persona. La fidelidad se vive como una idea sobrevalorada, es decir, que ocupa el campo de la conciencia y produce una merma en el pensamiento.
En este caso no hay un trastorno psicopatológico preciso, sino un estado emocional más o menos continuo –el arrebato (se refiere a una reacción pasional de máxima intensidad y breve duración, que aparece como respuesta a la sensación de sentirse insultado, menospreciado o engañado) o la obcecación –(se refiere a un sentimiento profundo y duradero de malestar que surge de una idea que el sujeto percibe como humillante). Tanto del arrebato como de la obcecación pueden aparecer conductas irracionales y explosivas que pueden afectar a la lucidez del sujeto.
Los arrebatos pasionales no son exclusivos de la juventud. En realidad, tienden a aparecer no pocas veces en edades más avanzadas como expresión de la inseguridad personal y de la menor potencia sexual.
Celos obsesivos.
Las obsesiones son pensamientos, imágenes o impulsos mentales que irrumpen repetidamente en la actividad mental de la persona, de forma involuntaria, y que, al ser percibidos como amenazantes y carentes de sentido, provocan ansiedad y malestar muy grandes. La persona no puede evitar tener este tipo de pensamientos, que le hacen sentirse mal e interfieren de forma negativa en la vida cotidiana.
En los celos obsesivos, el contenido de las obsesiones se relaciona con los pensamientos relacionados con la infidelidad de su pareja, a pesar de que no cuente con ninguna prueba en este sentido y de que tenga el convencimiento de que no es real. Por mucho que se esfuerza y que trata de evitarlos, los pensamientos de infidelidad vuelven una y otra vez a la mente generando un gran nivel de malestar. La infidelidad se constituye como una idea sobrevalorada y puede referirse a la situación actual o a la vida pasada en forma de celos restrospectivos.
Celos delirantes.
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Si los celos obsesivos se relacionan con las obsesiones, en los celos delirantes la relación se establece con las ideas delirantes. Éstas constituyen un estado mental de convencimiento erróneo que se crea en una persona a partir de una forma particular de interpretar la realidadexterna, que se sostiene con firmeza a pesar de toda evidencia y argumentación en contra y que tiene un origen patológico. Es decir, se trata de ideas falsas e irrebatibles a la argumentación lógica, por mucho que se razone con el sujeto.
A diferencia de las ideas obsesivas, la persona con ideas delirantes nunca llega a admitir que sus pensamientos puedan no ser ciertos. Muestra una firme convicción en la veracidad de sus ideas.
Los celos delirantes suelen aparecer en algunos cuadros clínicos como el de la depresión.
Depresión.
Los celos están asociados frecuentemente a la depresión. En este cuadro clínico aparecen con frecuencia ideas delirantes de auto desprecio (“soy un miserable”, “no sirvo para nada”, etc.); de auto acusación (“soy un monstruo”); de ruina (“la vida me resulta insoportable”,”vivir así no merece la pena”, etc.); y de pérdida de afecto (“ya nadie me quiere”, “nadie se acuerda de mí”,etc.).
De este modo los celos pueden ser una resultante de una depresión. Así, el sujeto celoso puede creer que la infidelidad se debe a su falta de cualidades para mantener la atracción de su pareja y a que ha perdido su afecto; y por otra parte, puede sentir vergüenza porque está convencido de que es notorio en su pueblo o barrio el engaño que sufre.
Proceso de las ideas delirantes de los celos en la depresión.
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Psicólogo en Cáceres.