EL MALTRATO PSICOLÓGICO.

Existe un maltrato  que no se ve, que no se cuantifica, que no se valora porque no deja marca y no sangra, pero existe, destruye lentamente, destroza el alma y deja secuelas para toda la vida, te mata por dentro.
 
Es el maltrato psicológico. Un maltrato que viene de quien ha decidido que eres suya, y que entres en su mundo de dominio del que no te pueda sacar nadie. Y en este mundo, su mundo, él siempre encuentra tu error,tu fallo, tu defecto, tu problema y te lo hace ver de forma delicada, cariñosa y sutil, pero con dureza, con persuasión.

Y acabas creyéndote lo;  no se vestir, ni hablar, ni leer, ni estar … ni siquiera se organizar mi vida, que tendrá que hacerlo él por mi, que menos mal que está él para arreglármela, etc. Y tú no puedes quejarte, no puedes pedir, en fin…. no puedes protestar, porque a él no le gusta que se le contradiga, se enfada mucho y a ti no te gustan sus enfados. Y notas que tanto cariño y amor de él es como si te hiciera daño y comienzas a plantearte que algo «raro» está pasando en la relación. Pero no la rompes, porque él te quiere tanto….!!!!Nunca nadie te ha amado tanto como él!!!!
 
Día a día vas cediendo y él te va ganando terreno, va cogiendo más poder sobre ti, manipulando,
controlando todo en tu vida, tu trabajo, tu ropa, tu listín telefónico, tu correo, tus amistades, tu cuenta corriente, hasta el último escondrijo de tu pensamiento, pero no con brusquedad, nooo, sino con una delicadeza, con una finura que te crees que es normal y cuando te das cuenta ya estas metida en una situación que no sabes como entrastes, ni como salir. Y todo esto, disfrazado de amor verdadero. Y en esté  amor aparecen reproches, golpes bajos, humillaciones, estallidos emocionales, ataques a tu autoestima, una actitud que fluctúa entre el control y el acoso, entre el asedio y la persecución….y entonces comienzas a desesperarte porque tu seguridad y tu integridad peligra… y ya no sabes a qué sujetarte, no sabes qué pensar, no sabes qué esperar…. Si a esto le añadimos sus mentiras, sus contradicciones, su falta de claridad, sus rodeos, sus juegos de palabras, sumándolo a su derroche de amor, su extraña manera de quererte tanto, de no poder vivir sin ti,aparece una situación que te lleva a un maravilloso y  fantástico y a la vez desagradable y molesto mundo, su mundo, del que preferirías salir, marcharte, pero no sabes como….. porque sabes que él te tiene atrapada con su amor.
 
Cuando él está contigo lo examina todo,tratando de encontrar una prueba de una imaginada infidelidad que siempre encuentra justificada. (ya se las apañará para justificarla, seguirá rastreando hasta encontrar una justificación para el reproche, siempre tiene argumentos que darte, aunque la evidencia diga lo contrarío). Aumenta cualquier pequeño detalle para desencadenar una batalla de celos para la bronca que vendrá después. A partir de ahora, nunca más estarás relajada, y la ansiedad te invade, el ambiente se carga de tensión y tienes que medirlo todo, las palabras, los gestos y hasta las miradas, porque lo analiza todo. Te entristeces y no quieres ni moverte no sea que se enfade, y te das cuenta de que estás incomodísima en su presencia y te gustaría que se fuera… que te dejara sola, pero nunca se va cuando tú lo deseas, él se irá cuando tu más lo necesites, cuando menos lo esperes.( No hay nada mejor que el factor sorpresa para confundirte y quedarte sin nada, solo con tu sensación de vacío).
 
Y ya nunca más eres tú, ni siquiera en tu propia casa. Él siempre, juzgándote y por supuesto, condenándote: culpable, culpable, culpable !!!!
 
Y no sabes que está pasando, estás hecha un lío, lo quieres,  pero no quieres estar con él ¿ A quien decírselo, quien me va a entender sino me entiendo ni yo?¿A mis amigas?..¡ nooo!,  me envidian por tener de pareja a un hombre que me quiere tanto.
Y no sabes que hacer, ni sabes a donde acudir, pero si sabes que tienes miedo o algo parecido que no sabes como explicar. Pasa el tiempo y cada vez te sientes más pequeña, más insignificante, te sientes inútil, maruja y barriobajera que no has progresado en  nada y sientes que no vales lo suficiente.  Empiezas a creer que tú no eres nadie y que lo que vas a decir no tiene valor. No sabes que es lo que quieres, pero él si sabe lo que tú necesitas, mejor que tu misma. Por saber, sabe hasta el final de todas tus frases y te interrumpe cuando hablas porque tu eres muy lenta y no le interesa lo que vas a decir. Pero tampoco le gustan tus silencios y así te critica ambas cosas. Eso sí, te obliga a escucharle sus interminables monólogos, lentos, pesados, detallados,  manipuladores y con insinuaciones, siempre mal intencionadas que te dejan sin aliento, porque él sabe como nadie darte una «puñalada trapera» con sus frases bien estudiadas (cuando menos te lo esperas) sabe como nadie como sacarte de tus casillas, para que pierdas los papeles o las formas y defenderse, argumentar que el problema lo tienes tu.( ya tiene la perfecta escusa).
 
Y cada vez te sientes más triste, mas aislada, mas sola porque va minando tu personalidad.
Y cuando ya no puedes más le haces ver que lo que hace contigo te daña, pero por eso también se enfada, se enfada por todo, porque es muy sensible y dice que lo que él hace es absolutamente normal, que eres tú la que está mal, que estás desequilibrada, que estás loca y tantas veces te lo dice, que te lo crees. Intentas pedir ayuda pero no sabes como,  solo deseas salir, y deseas irte lejos de él. Pero él te tiene atrapada, prisionera, ya no puedes ni respirar si no es con su permiso y sigue controlando y analizando absolutamente todos tus movimientos y eso te pone cada vez mas nerviosa.
 
Y un buen día, da igual que sea porque llegas tarde o por otra de sus innumerables escenas de celos o por nada, da igual,  se caldea el ambiente,desaparece su traje del príncipe azul y se prepara para montar el espectáculo:
 
Gritos, condenaciones, insultos, ofensas, amenazas e injurias a tal nivel  que te parece mentira que vengan de quien tanto te quiere. Y te da miedo mirarle a la cara y ver esos ojos llenos de ira y de odio, y mientras vomita toda clase de descalificadores sobre ti, te sientes como un animalito apaleado, llorando en silencio para no desbocar más a la fiera que tienes frente a ti y destrozada, muerta de pena y de miedo, sin entender nada de lo que está pasando, solo quieres desaparecer, que te trague la tierra de una vez , y te empequeñeces todavía más.
 
Y al día siguiente, viene llorando, pidiendo perdón y prometiendo que a partir de ahora todo va a ser distinto, que eres lo mejor que le ha pasado en la vida, que no puede vivir sin ti, que lo eres todo para él, que no soportará tu abandono. Y te abraza como nadie te abrazó y vuelve a besarte con tal ternura que te estremeces porque necesitas que todo el dolor que sientes desaparezca y vuelves a creerle y vuelves creer que nadie te querrá más que él y vuelves a engancharte, por que es como una droga ,porque tiene sobre ti un poder extraordinario, casi mágico que tu tampoco entiendes, porque nunca nadie te explicó que amar fuera tan complicado, tan doloroso. Pero no sabes que esto no es amar. Esto es la destrucción de una persona en el nombre del amor.
 
Y tu, una vez más piensas que cambiará, que tu puedes ayudarle (El síndrome de la bella y la bestia. Te crees que con tu amor desaparecerá la bestia y quedará el príncipe). Pero pasan los días, las semanas, los meses, y nada varía, todo vuelve a empezar y se repiten y cada espectáculo supera al anterior y cada vez con mayor frecuencia…….. hasta que un día, desesperada, rota, cansada de vivir, comienzas a pensar en el suicidio…..
 

Yo querida amiga te quería decir, que SÍ hay salida, siempre hay salida.

Esto es para ti.

 

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